Un alto porcentaje de la población ha experimentado alguna vez en su vida alergia a un medicamento. Si pertenecemos a este segmento, debemos ser conscientes de que a partir de ese momento tendremos que informar de ello a todos los profesionales sanitarios con los que nos relacionemos, incluyendo, lógicamente, al personal de nuestra farmacia en Albacete.
Tabla de contenidos
¿Qué es la alergia a un medicamento?
Cuando hablamos de tener alergia a un fármaco nos referimos a una reacción anormal de nuestro sistema inmunitario cuando lo ingerimos o entramos en contacto con él de otra manera. Un rechazo físico que puede manifestarse de múltiples formas: a través de erupciones cutáneas, con inflamación, urticaria, asma… Incluso, en los casos más graves, puede derivar en un choque anafiláctico.
Estos síntomas suelen aparecen en la hora siguiente a la toma del fármaco, aunque las erupciones y urticarias pueden surgir en el transcurso de los días. Asimismo, pueden darse tanto la primera vez que tomamos la medicina como en posteriores exposiciones. De hecho, mucha gente comienza a sufrir reacciones alérgicas a un medicamente años después de empezar a tomarlo, por lo que nunca debemos bajar la guardia totalmente.
En ningún caso debemos confundir una reacción alérgica con los efectos secundarios que aparecen recogidos en el prospecto.
¿Cuáles son sus causas que provocan la alergia?
En líneas generales, si nuestro sistema inmunitario no identifica de forma correcta el fármaco, puede interpretarlo como si fuera una bacteria dañina o un virus. Para protegernos de esto, lo que hace es desarrollar un anticuerpo específico que nos provoca la reacción adversa.
A lo largo de la vida todos podemos tener una respuesta alérgica a uno o varios medicamentos. No obstante, hay una serie de factores de riesgo que pueden aumentar las probabilidades: antecedentes familiares o personales, tener otro tipo de alergias (como la alimentaria) o tomar de forma frecuente y prolongada una medicina en dosis muy altas. Parte de los servicios de farmacia que tenemos disponibles consiste en plantear alternativas a nuestros pacientes para que puedan seguir un tratamiento sin problemas de ningún tipo.
¿Podemos prevenir las alergias a un medicamento?
Para evitar lidiar con esta problemática lo fundamental es tener identificado el compuesto o la sustancia que nos produce la alergia. Su descubrimiento puede ser casual (mediante unas pruebas médicas) o derivar de un episodio previo. En cualquier caso, y una vez sepamos qué es lo que nos provoca la reacción, hay que intentar en lo posible volver a tomarlo.
Para ello es importante comunicar la existencia de la alergia a todos los trabajadores relacionados con el cuidado de la salud, desde los médicos hasta los farmacéuticos. De hecho, el farmacéutico es un sanitario fundamental para reducir la afección por alergia al tener un papel activo en la administración de las medicinas y la creación de fórmulas magistrales. Además, ejerce un importante papel educativo al aportar información rigurosa, fiable y personalizada a todo aquel que le explique su problemática. Una buena comunicación con él nos asegurará un tratamiento tan seguro como efectivo. Es más, si notamos cualquier tipo de reacción adversa leve, podemos acudir a la farmacia para que nos aconseje un cambio de compuesto de forma inmediata.
Si sufrimos una alergia grave, también es conveniente que portemos un brazalete de alerta médica. Con él, los médicos sabrán a qué somos alérgicos y podrán actuar mejor si no estamos en condiciones de comunicarlo.
Fármacos que producen alergias con más frecuencia
Cualquier tipo de medicina, ya sea con receta, de venta libre o a base de hierbas, es capaz de provocarnos una alergia. No obstante, hay unos fármacos más proclives que otros. Por ejemplo:
- Analgésicos como el ibuprofeno, la aspirina o el naproxeno sódico.
- Antibióticos como la penicilina o alguno de sus derivados sintéticos.
- Medicamentos propios de la quimioterapia.
- Fármacos para enfermedades autoinmunitarias como la artritis reumatoide.
Lo principal para evitar que se nos vuelva a manifestar las alergias a un medicamento concreto es la prevención, y nadie conoce mejor este ámbito que el farmacéutico de una farmacia de Albacete capital. Comunicarle las respuestas físicas que hayamos experimentado con determinados fármacos es capital para que los tratamientos posteriores sean 100 % eficaces y no nos supongan un problema.